martes, 15 de octubre de 2013

El cactus viajero

¿Conocéis la película Amélie?. Aquella francesita (Audrey Tautou) que decide hacer feliz a todas aquellas personas que le rodean como si fuera una superhada madrina.
No estoy insinuando que me parezca a ella, ni en el físico, que ya me gustaría a mí, ni en su actitud, que tampoco me importaría. Os recuerdo esta película por que una de sus buenas acciones es robarle un gnomo de jardín a su padre y hacer montajes con él poniéndolo en escenarios de ciudades extranjeras y de esta manera hacerle soñar con aquellos sitios a los que siempre hubiera querido ir.

En fin, todo este rollo viene por que a principios de verano, mi hermano, que trabaja en un catering magnífico y muy original llamado Food & Mambo, me retó a hacer un cactus de trapillo de unos 50cm de alto para la decoración en los banquetes que organizan en los circuitos de motociclismo de Europa, sí, sí, por toda Europa. ¡Menuda presión!.

Estuve buscando por internet y encontré muy poquita cosa de cactus hechos con trapillo XL, todos eran pequeñitos de amigurumi y aunque pueda parecer que es lo mismo, creo que es más complicado. 

Aquí os dejo algunas directrices que hay que tener en cuenta:
Primero, la elección del trapillo, no puede ser muy flojo, es mejor que sea un pelín rígido y gordo para que mantenga la forma, de lo contrario deberemos rellenarlo e incluso ponerle dentro una estructura rígida para que se mantenga recto.
Una de las cosas que más dolores de cabeza me dio fue conseguir el codo del cactus, no tenía ni idea de como hacerlo, lo intenté con aumentos y disminuciones, tejiéndolo en dos partes; de varias maneras distintas. Hice y deshice muchas veces y durante varias noches estuve dándole vueltas hasta que conseguí un codo bastante aceptable. Lo hice combinando punto bajo y punto alto, si lo volviera hacer no sé si me saldría igual, es de aquellas cosas que vas haciendo y sin saber muy bien cómo, lo consigues. 
Una vez acabado, sólo quedaba hacerle una base del mismo diámetro que el macetero, rellenar éste de espuma de jardinería y anclarlo bien con la ayuda de silicona y unos alambres doblados a modo de horquillas que unan el trapillo de la base con la espuma.
Y eso es todo, después de varias semanas de trabajo conseguí un cactus de trapillo XXL de unos 50cm de altura.

Y según cuentan este cactus se dedica a recorrer todos los circuitos de motociclismo de Europa.

Viajando como el gnomo de jardín del padre de Amélie.

¡Ainsss. Quién fuera cactus!

Un beso

Lali

4 comentarios:

  1. Qué bonito Lali, y qué ilusión viajar como ese cactus, jeje..Un beso!!

    ResponderEliminar
  2. Muchas gracias Rosa. Es como cuando un hijo se emancipa. Jajajajajaja!!!!!

    ResponderEliminar
  3. esa primera frase, ha dolido!!!! :p
    WAPAAAAAA!!!!
    me encanta!

    Danae

    ResponderEliminar
  4. Que chulada, y que presión, si! por toda Europa....muy buen trabajo!

    ResponderEliminar