viernes, 20 de septiembre de 2013

Renovando y customizando el vestuario

Hola de nuevo!!!
Como ya dijo Lali en el post anterior: seguimos aquí!

Lo cierto es que desde que empezó el mes de junio no he parado. Entré en un bucle de actividad frenética que no me ha dado apenas un respiro (ni siquiera en vacaciones)...
El final de curso, bodas, encargos, los peques, las vacaciones, acabar "pequeñas-grandes" cosas de mi último trabajo, la recuperación de mi brazo, la vuelta de las vacaciones, los peques otra vez, la vuelta al cole con sus respectivas adaptaciones,...
No puedo decir que no haya tenido tiempo de coger el ordenador, pero sí que apenas he podido sentarme con la tranquilidad suficiente como para escribir una entrada nueva.
Y ahora que me disponía a hacerlo, me he dado cuenta de que tenía una pendiente de publicar! Así que voy a dejarla tal y como estaba cuando la escribí (el 18 de junio) e insertaré alguna fotillo para hacerla "más bonita".
Espero que os guste:


Es increíble lo que crecen los peques de un año para otro! ¿No creéis?
Hace unos fines de semana me dispuse a hacer el cambio de armario de Nerea. Conforme iba sacando la ropa me daba cuenta de que mi hija había crecido en un año lo suficiente como para que mucha de la ropa y zapatos ya no le sirvieran. Tenía que salir de compras...
En esos días también andaba yo buscando una camiseta verde para Éric porque en la guardería iban a celebrar la fiesta del color verde, así que como en casa no había ninguna para la ocasión me acerqué a un centro comercial cercano. Allí en una tienda infantil de una conocida cadena de ropa encontré unas camisetas básicas a buen precio y unos vestidos básicos también a muy buen precio.

De camisetas, a parte de la verde, cogí en dos colores más (rojo y negro) y las tengo en "cuarentena" a la espera de ser customizadas con fieltro.


El vestido, lo compré en azul. Me arriesgué un poco, porque a Nerea no hay quien la saque del rosa, pero triunfé, porque le encantó, y más cuando vió lo que hice con él... Oooh!


 Con un poco de trapillo de un azul más claro, aguja e hilo le hice una especie de corazón en la parte delantera. ¡No podía esperar para ponérselo! Así que, como teníamos la fiesta de cumpleaños de los niños de su clase que hacen los años en verano, se lo puse. Bajó de casa como una flecha enseñando su vestido y diciendo orgullosa que se lo había hecho mamá.

Y yo detrás iba dejando un reguero de babas...

Buen fin de semana de Sant Joan. Gemma y yo nos vamos de boda. Ya os contaremos."

Bueno, como broche final le hice un monedero y una diadema a juego mientras pasábamos unos días en la Ametlla de mar. Pero creo que ya lo visteis en facebook...



Eva

martes, 17 de septiembre de 2013

Dejando huella

Hoooola qué tal!!!!

No, no se nos ha tragado la tierra pasando por el Triángulo de las Bermudas, no nos han abducido los extraterrestres y no, no nos ha tocado el cuponazo y estamos en una isla perdida del caribe tumbadas al sol y bebiendo caipirinhas. Seguimos aquí sanas y salvas e igual de pobres, o ricas según cómo se mire.
El verano ha sido largo, aunque a mí siempre me sabe a poco, y ha dado para mucho. Ha habido playa, montaña, ganchillo, costura, comida,... Un estrés ;).

El caso es que entre las vacaciones, los niños y más cosillas nos ha costado un poco volver a la rutina blogueril, pero preparaos que el año escolar viene cargadito de novedades.

Ahora quiero enseñaros el regalo que le hicimos todas las madres de la clase de l'Arc de Sant Martí de l'Escola Bressol Guirigall a la educadora de nuestros hij@s, Mireia.
Se acercaba final de curso y queríamos agradecerle todo lo que había hecho por nuestros pequeñ@s, solo hay que ver como todos la adoran y lo cariñosa que es ella con todos.
Nos reunimos unas pocas madres en el parque y después de barajar varias ideas, se nos ocurrió customizarle un bolso de mimbre, y para hacer partícipes a los pequeños lo hicimos con sus huellas, ahora os lo explico.

Compramos pintura de dedos y un retal de tela para cortinas y junto con unas instrucciones muy bien detalladas hechas por Mariona, la madre de Ona, hicimos un kit que fue pasando por todas las mamás. Cada madre tenía que estampar una huella de pie y otra de mano de su peque. también hay que agradecer a Sandra que nos ayudó a pasarlo de madre a madre sin que Mireia se enterara.


Una vez estaban todas la huellas estampadas llegó el momento de coserlo al cesto. Como la cenefa había quedado demasiado grande tenía que buscar otra manera de coser las huellas al bolso, así que las recorté en zig-zag y las cosí alternando un pie y una mano de cada niño.
Para coser los retales usé hilo de algodón grueso alternando los colores.

 



¡Y éste fué el resultado final!, ¿Os gusta?




 Mireia estaba encantada con su cesto personalizado, un brazalete y un ramo de flores muy dulces que le hizo Aranza.

Por cierto, la cenita hay que repetirla.

De parte de todos los padres y madres ¡Gracias por todo Mireia, has dejado huella en nuestros hij@s!

Un besazo.

Lali