MAGDALENAS DE FRESA Y CHOCOLATE BLANCO

Hola chic@s. Espero que no hayáis empezado la dieta después de las comilonas de Navidad, si lo habéis hecho tenéis que daros un capricho con estas magdalenas por que están buenísimas.

Es una receta muy fácil que hago desde hace algún tiempo y a todo el mundo le gusta, en realidad es una variante de una que salió en el dominical de El País hace tiempo y que también podemos encontrar aquí, en el blog del Comidista. Yo me permití el lujo de realizar algunos cambios.
Ahí va la receta para unas 12 magdalenas:

• 1 yogur de fresa
• 3 huevos medianos
• 125 gr de azúcar moreno
• 200 ml de aceite de oliva suave
• 100 ml de leche entera
• 250 gr de harina de repostería
• Chocolate blanco a trocitos
• Dados de fresa (fresa Gummy de Ingredíssimo)
• 8 gr (medio sobre) de levadura química
• una pizca de sal

La elaboración es muy sencilla:
Batimos los huevos con el azúcar hasta que la mezcla empiece a blanquear. Añadir la leche, el aceite y el yogur sin dejar de batir.
En un bol grande mezclamos los ingredientes secos tamizados, la harina, la levadura y una pizca de sal, hacer un agujero en medio y añadir los ingredientes líquidos.
Mezclar justo hasta que quede todo integrado, pero sin pasarse y por último añadir los dados de fresa; estos dados son como trozos de fresa seca que si los podéis conseguir le dan un toque ácido muy bueno, yo los descubrí en Creativa, pero en tiendas especializadas los he visto.
Una vez tenemos la mezcla la repartimos en los moldes previamente engrasados y colocamos encima trozos de chocolate blanco. Después de tamizar la harina ésto es lo que más le gusta hacer a Xavier, por eso hay que tener presente comprar siempre más cantidad de chocolate si nos ayudan los niños, si no corremos el riesgo de que las magdalenas se queden sin chocolate blanco.
Hornearemos unos 20 minutos a unos 170 grados, ya sabéis que el tiempo depende del horno de cada uno, lo ideal es comprobar si están listas pinchándolas con un palillo y si sale limpio ya las tenemos. Las sacamos del horno y las dejamos enfriar. ¡Y listas para comer. Si os las coméis tibias están más buenas.

También está la opción de ponerle chocolate negro pero para mi gusto, y mira que a mí me gusta más el negro, están más buenas con blanco.
Espero que os animéis a hacerlas y ya veréis como os gustarán 

Lali